Llevaba tiempo con ganas de volver a la Mota Cetín, aunque definitivamente no fui a escoger el mejor día. Niebla por los altos y un día plomizo como pocos por abajo. Sencillamente horrible para tirar fotos. La idea orginal era otra, pero al final hubo que improvisar sobre la marcha para sacar una ruta medianamente decente, en la que a pesar de su escasa longitud, a través de viejas y bastante perdidas sendas, me pasearía hasta por cuatro concejos diferentes.