15 octubre 2015

El Facéu desde Ligüeria

Se acababa el verano y con él se acabarían también por una temporada mis habituales escapadas exprés. Las tardes ya están ocupadas con otras cosas y los días se acortan, lo que limita mucho las posibles salidas. Pero aún había tiempo de una última, como esta, en la que contra lo que suele ser habitual en estos casos, conté con la compañía de Pancho y David, para un accidentado - por el abandono de los caminos - y apurado - ya que casi nos anochece en mitad del monte - circuito para visitar la cumbre del Facéu.



DATOS DE LA RUTA
  • Fecha: 18/09/2015
  • Zona: Sierras de Xiblaniella y del Sellón
  • Concejos: Piloña y Caso (Asturias)
  • Inicio/Fin: Ligüeria
  • Distancia: 11,5 Km
  • Desnivel máximo: 585 m
  • Desnivel positivo acumulado: 800 m
  • Tiempos:  5 y 1/2 horas
  • Dificultad: Moderada. Las sendas en esta zona limítrofe entre Piloña y caso están muy perdidas. Tanto que de hecho, por dos veces las perdimos y tuvimos problemas para volver a dar con ellas.

Las rutas más habituales, y desde luego más sencillas, para ascender al Pico Facéu suelen ser desde Omedal, en la vertiente de Piloña, o desde Tozu o El Moru en la vertiente de Caso, pudiendo hacerse también desde la collada de Arniciu, a través de la Calzada Romana del Sellón. Nosotros, como suele ser costumbre, íbamos a darle una vuelta de tuerca saliendo desde Ligüeria, para conocer de paso la Sierra de Xiblaniella.


Total que subimos hasta Ligüeria, que parece ser el pueblo más alto de Piloña y del que cuentan que decían "Ligüeria, pueblo de miseria". A mi me pareció un pueblo guapo, con una carretera horrible. Conserva no pocas viejas casonas que son un perfecto ejemplo de arquitectura popular y se ven unas cuantas arregladas, mayormente como turismo rural.


Salimos por la parte alta del pueblo (645 m), pasando por detrás de la capilla hasta alcanzar el collado de So la Vega (666 m), en el que damos vista a la vertiente de Omedal y desde el que vemos la ladera de la Sierra del Sellón cortada por una senda que será por la que hagamos el regreso.


So la Vega es un cruce de caminos. De frente al que llevamos desde Ligüeria, llega uno que es el por el que bajaremos, a la derecha se ven dos, el que sube desde Omedal y otro más alto que da servicio a varias fincas, mientras que a la izquierda sale el nuestro, el que sube hacia los Collaos de Ciébana. En la foto Omedal con el Pico la Muezca al fondo.


El camino de los Collaos de Ciébana es un camino carretero ancho y bien cuidado, que había sido desbrozado no hace mucho. Sube con fuerte pendiente para dar servicio a las fincas de La Caneya, Pandu Llagar, El Collaín o Los Mozos, mientras se aproxima a la Sierra de Xiblaniella, que vamos dejando a nuestra derecha.



Ya cerca de las colladas salimos a zona despejada, desde donde podemos ver lo que hemos subido, con Omedal ya muy abajo y una buena vista de las tierras de Piloña.


Alcanzamos las colladas de Ciábana (887 m) y damos vista a la cabecera del valle de Espinaréu, sobre el que destacan emblemáticas cumbres. De izquierda a derecha, el Vízcares, Maoñu, Los Tornos o Peña Crespa, con La Llambria asomando por detrás. En el centro la Sierra del Trallán y a su derecha el Campigüeños. Menudo balcón. ya solo acercarse hasta aquí, merece la pena.


Maoñu, Llambria y los Tornos.


En la collada giramos a la derecha y seguimos subiendo hasta alcanzar la base de la Sierra de Xiblaniella, donde se localiza un bebedero.


Una vista atrás, donde se ven los sucesivos collados de Ciébana, que culminan en la Peña Castiellu, no especialmente llamativa desde aquí, pero que hace honor a su nombre vista desde el fondo del  valle de Espinaréu.


En la última collada deberíamos tomar una senda que va a ir cortando hacia la derecha, la base de la escabrosa Sierra de Xiblaniella, para localizar uno de los escasos puntos que permiten franquearla, la horcada de La Muda, aunque también la tengo visto con otros nombres, como horcada de Peña la Piedra. Sin embargo aquí nosotros ya la liamos. En mi opinión salimos de la collada demasiado bajos y no dimos con la buena senda, que debe de salir más alta y cerca del límite de la caliza. Perdimos mucho tiempo en mitad de una ladera, muy mala de andar, siguiendo rastros de animales entre acebos, espineras, y helechos, hasta que por fin y tras ver que ya estábamos casi a la altura de la horcada, nos decidimos a cortar a derecho hacia arriba, aprovechando una canal tremendamente pendiente, pero que al abrirse en medio de un hayedo, no presentada apenas maleza y se dejaba caminar.



De esta forma alcanzamos la senda que llega justo pegada al crestón calizo de Xiblaniella, saliendo a ella, a escasos metros de la horcada.


Y así devolamos la Sierra de Xiblaniella, por la horcada de La Muda, una preciosa y providencial entalladura en el infranqueable crestón calizo de la sierra.


Ya en la cara sur alcanzamos el collado la Piedra (1.062 m), a los pies de la Sierra del Sellón, a veces nombrada ya en esta zona como Sierra del Frieru, con el Facéu ya bien visible a la derecha. Desde aquí haremos el ascenso por el filo del cordal, hacia la cumbre de los Negros del Facéu, para luego crestear a la derecha, hacia el Facéu, el verdadero objetivo del día.


La collada la Piedra es otro balcón privilegiado. Al este se abre sobre el valle de Cuendía, justo en la vertical de las fincas del Potral, a la salida de la Foz de los Maserones, que atravesé hace ya una temporada y que os conté AQUI. La Sierra de Xiblaniella queda cortada por esta foz, pero la capa caliza que la constituye continúa al este, como una infinita "magic line", formando a continuación la Sierra del Trallán hasta que de nuevo la corta la Foz de los Cubilones y más allá la Foz de Moñacos, para seguir por Los Tornos de Pandemules, y quedar cortada una vez más por la Foces de Llagu y la Foz de Saolla y acabar formando después La Llambria. Al fondo, en el horizonte y de izquierda a derecha, se destacan la Llambria, Los Tornos, el Cuetón de los Travieses, Campigüeños, La Frayada, La Ordaliega y Cuetos Negros.


Al oeste queda la Vallina Tres Parres que baja hacia Arteosa y continúa hacia Omedal, y que cortaremos más abajo durante el regreso. La Sierra del Sellón continúa al norte, hacia el Cerro Roblosa. A la izquierda del todo se destaca La Múa, en la Sierra de Peña Mayor y al fondo la Sierra de Ques.


Una vista de la cabecera del valle de Espinaréu, desde el Vízcares a Cuetos Negros, con todas las cumbres de la zona alta de Piloña. A la izquierda del todo, se perfila la horcada de La Muda por la que cruzamos Xiblaniella.


Nosotros subimos a plomo por el filo del cordal, hacia Cantu Llaciu, la cuarcítica cresta cimera, que soslayaremos por la derecha. Pequeños senderos ayudan en el ascenso. ya en la zona alta deberemos cruzar una alambrada qu eparece marcar la divisoria entre Piloña y Caso.


El Facéu, ya empieza a estar cerca.


Y así coronamos los Negros del Facéu (1.219 m), ya en la cresta de la Sierra del Sellón, con curiosos crestones en su parte cimera.


Y desde la que damos vista a la vertiente sur de la sierra, hacia la Collada de Arniciu, punto culminante del valle de La Marea y sobre la que se destaca la cumbre del Busllar.


Desde los Negros del Facéu bajamos a la collada del Fontón, que nos separa del Facéu como tal.


Último tramo a cumbre. Una guapa cresta que no ofrece mayores problemas.



Y cumbre del Facéu (1.228 m), marcada con un original buzón.


La tarde está revuelta, con las nubes abriendo y cerrando, lo que ofrece guapos contrastes de luz, aunque dificulta la vista hacia el oeste, como esta vista sobre la Sierra de Peña Mayor.


Por encima de la Sierra de Trapa, asoma el Collargayos, ya al otro lado del Nalón, y por encima de él la silueta del Torres, sobre el puerto San Isidro.


Al fondo el Vízcares, al que le está dando el sol. En primer término, en sombra, toda la cresta por la que hemos subido desde el collado la Piedra, con la caliza sierra de Xibaniella, a su izquierda.


Al norte, vistas sobre la zona central de Asturias, con la Sierra del Sueve al fondo.


Al sureste sigue la Sierra del Sellón o de Frieru, pasando por la cumbre de los Cuetos Negros. Al fondo, en el centro de la foto, el pico La Senda.


Guapos contrastes sobre las praderías de Tozu, en el valle de La Marea.


En cumbre paramos un rato a picar algo. Demasiado rato, todo hay que decirlo. Con la charleta nos dejamos ir y cuando nos dimos cuenta, empezaba a hacérsenos tarde. Lo pagaríamos después. Así que foto de cumbre y para abajo.


Bajamos por la vertiente contraria, justo por el filo de la cresta, con mucha pendiente y un corto y sencillo destrepe, siendo mejor seguramente dejarse caer un poco por la vertiente de La Marea.


Después empezamos a perder altura hacia la izquierda, buscando la mejor bajada a la Senda del Sellón.


Bajamos primero junto a un cierre que identificamos como la continuación del que habíamos cruzado antes, el límite entre Caso y Piloña, para luego entrar en una pequeña vaguada que nos depositaría en la marcadísima senda.


Ya por la Senda del Sellón seguimos bajando con poca pendiente, todo a lo lago de la Sierra del Sellón, atravesando una portilla en La Llinar y buscando la collada La Llamosa, en la que la senda cambia de vertiente, dejando el valle de La Marea, para entrar en el de Espinaréu.



La Senda del Sellón o Camín Real del Facéu es un tramo del antiguo camino real que entraba en Asturias a través del Puerto de Tarna y que alcanzaba localidades como Colunga o Ribadesella. Se le supone origen romano, para unir tierras leonesas con el oriente de Asturias. Conserva muy buena hechura en este tramo entre la collada de Arniciu e Infiestu, especialmente en el tramo que discurre a media ladera por la Sierra del Sellón o de Frieru.



Hacia años que no pasaba por aquí, desde una colectiva en la que la recorrimos en buena parte y lo disfruté como si fuera la primera vez. Una vista atrás al Facéu.


Por fin alcanzamos la collada La Llamosa (805 m), en la que nos despedimos del valle de La Marea, con las casas de El Moru bajo nosotros, cuando ya el sol estaba muy bajo.


Traspasando la collada, dejamos la Senda del Sellón que sigue al norte, pasando sobre la cabecera del valle que baja hacia Ovana. La senda recorrerá a media ladera toda la sierra hasta dejarse caer, por fin, hacia Lozana e Infiestu.


Yo había planteado la ruta volviendo por Omedal, por lo que desde aquí deberíamos haber bajado hacia el pueblo, justo bajo la collada La Llamosa, para luego volver desde éste pueblo directamente a la collada de So la Vega, ya muy cerca de Ligüeria, pero Pancho conocía otra senda que, en principio, evitaba el rodeo de pasar por Omedal y que, desde luego, parecía mucho más interesante. Lo malo es que hacía unos 15 años que no pasaba por allí y como comprobaríamos poco después, estas sendas ya hace mucho que se han perdido.

Con esto quiero decir que, no recomiendo seguir nuestro itinerario a menos que se esté dispuesto a buscarse la vida en medio de maleza y perdidas sendas. Así, dejamos la senda de Omedal y justo en la collada tomamos otra que sale en llano hacia la derecha, con el Vízcares al fondo.


La senda va a ir cortando sensiblemente en llano la cara noreste de la Sierra del Sellón, buscando la entrada a la Vallina tres Parres, en el centro de la foto, para antes de entrar en él, perder altura, cruzar bajo el crestón de la Sierra de la Xiblaniella hacia la izquierda y por entre diversas fincas, alcanzar el collado de So la Vega. Ese al menos era el planteamiento.


La senda se muestra muy marcada y en uso en toda esta primera parte.


Llegamos así a una pequeña vega con un bebedero en El Cayu (755 m). Al fondo la Vallina Tres Parres y la Sierra de Xiblaniella.


Desde el bebedero de El Cayu seguimos hasta la siguiente loma con una nueva vega, Pandu Tronco (765 m), mucho más abandonada y desde ésta aún seguiríamos durante un corto tramo más, por error, la marcada senda que en llano conduce hacia la Vallina Tres Parres y desde donde tiro una foto en la que se ve más o menos el itinerario a seguir, bajando a las fincas d eLa Arteosa y siguiendo después hasta la collada de So la Vega (flecha).


Pero esta senda entra en la Vallian Tres Parres, en vez de cruzarla por abajo, así que una vez nos damos cuenta del error, volvemos a la vega anterior de Pandu Tronco y desde ella, empezamos a perder metros, por medio de una zona totalmente tomada por un felechal (helecho). La senda aquí ha desaparecido por completo, pero debemos bajar a lo que queda de las fincas de La Arteosa que intuimos, más que vemos, en el fondo. Mis compañeros desaparecen engullidos entre la maleza.


Junto a las fincas, de las que en algún caso solo quedan los muros de piedra que las delimitaban, giramos a la izquierda por una poco marcada senda que alcanza el fondo del valle de la Vallina Tres Parres por donde discurre el arroyo de la Riega Facéu, seco en esta época. La falta de luz ya empezaba a ser preocupante.


Desde el fondo remontamos la ladera contraria, en la que nuevamente perdemos la senda. Desde aquí iniciamos un viaje sin rumbo claro siempre hacia la izquierda, sabiendo que a esa mano debemos dirigirnos, buscando por terreno muy cerrado y malo de andar, la entrada a las fincas y en las que esperamos localizar algún sendero.


Por fin salimos a una de las fincas de La Fumiosina, desde donde vemos la collada de So la Vega, pero los senderos tradicionales que les daban servicio desde esta mano están abandonados, tomados por la maleza o directamente cerrados con alambre de espino, por lo que no acaban aquí nuestros problemas. La tarde está cayendo y amenaza agua.


Por encima nuestro salimos a esta otra finca, con una buena cabaña que Pancho recuerda de anteriores visitas. Por debajo del prado discurre el antiguo sendero, muy abandonado pero que, mal que bien, se deja caminar y que constituye el fin de nuestras penurias.


La senda mejora a medida que avanzamos por ella y ganamos por fin la collada de So la Vega, desde la que nos dejamos caer hacia Ligüeria, entrando en el pueblo cuando ya está anocheciendo y se han encendido las luces. Quince, veinte minutos más y se nos habría hecho de noche en mitad del monte.


Y al final tuvimos suerte y todo. Llegar al coche y empezar a llover fue todo uno. Cerrábamos así una preciosa ruta por terreno muy salvaje, pero que habría que repetir con más tiempo para poder buscar sin prisas las viejas sendas, esas que ya nadie parece pisar.

Hoy no os dejo el track. No quiero que nadie se meta en problemas por mi culpa. Si alguien lo quiere, que me lo pida, pero sabiendo que en el acceso a la horcada de La Muda y en el descenso desde la collada La Llamosa no resulta recomendable seguir nuestro itinerario, más que como mera orientación.



Un saludo
Cienfuegos

10 comentarios:

  1. Es una ruta muy lucida porque los paisajes son espléndidos y con un fotógrafo de tu categoría aún sobresalen más. Es una ruta para esta época que llega estupenda, así que repetiremos cualquier ratín. Un abrazo

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    1. Cuiddo su la repetis, Paloma. Personalmente te recomiendo volver por Omedal y buscarmuy bien el paso a la horcada del Duernu.
      Un abrazo

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  2. Quedote perfecta Javi, fiel reflejo de aquel día.
    Si que estaría bien dar con el camin pa devolar Xiblaniella; sería una ruta preciosa. Tuve mirando ortofoto y paezme, como bien dices, que fuimos bajos, ta claro. Hay que amillaralo con calma. Eso sí, a mi prestome po la vida!

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    1. También a mi me prestó. Pero va a haber que vovler a amillarar aquello bien.
      Nos vemos

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  3. Jeje descenso clarero a mas no poder. Las semeyas preciosas. Una zona totalmente desconocida para mi

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    1. je, je, que te voy a contar. Pues es una zona con muchos "posibles". Va a haber que hacerle otra visita.
      Nos vemos

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  4. Una ruta preciosa, aunque el tiempo justo, justo, yo en esta época a partir de las dos de la tarde ya me empiezo a preocupar y a decir aquello de "nos damos la vuelta".

    En la mochila siempre llevamos un frontal y pilas de recambio, en ciertas situaciones, te puede sacar de un apuro.

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    1. No, si frontal llevábamos todos, pero no era el mejor sitio para que se hiciera de noche, en mitad del monte, sin sendas claras, con muchísima maleza, ... Mejor arrimar por allí con tiempo de sobra. Por si acaso.
      Un saludo

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  5. Una guapa ruta por una zona realmente impresionante. Por lo que parece, tuvísteis un felechal curioso. A finales de primavera.... cómo estará! Nada que no se pueda solucionar con un poco de paciencia imagino.
    Un saludo!

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    1. ¡joder! Eso en primavera tiene que estar imposible. Imposible y de garrapatas hasta arriba. Quita, quita. Por ahí en esa época no me meto yo ni loco.
      Un saludo

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