02 enero 2018

Fotografías 2018

Una año más. O un año menos.
En cualquier caso el 2018 se acaba.
Tan solo desearos los mejor en estas fechas y cualquier otra época.
¡Salud y montaña!



No es solo poner la cuerda. 
Luego alguien debería ir de vez en cuadno a ver como está.
Lo mejor hubiera sido no poner nada. 
Como toda la vida estuvo.

Ahora que se aproxima la Navidad 
y los escaparates se llena de árboles decorados,
yo por mi, me quedaba con este, tal cual está engalanado.

Es el río que baja de El Mazucu un río curioso.
Aparece y desaparece varias veces.
Pero si tenemos que ponerle un nacimiento, este sería,
en el manantial L´Aguañaz.
Un lugar espectacular.

Dellos llugares a los que torno cada seronda.
Llugares d´ensueñu.
Llugares maxicos, de cuentu.
Llugares nos que perdese.
Llugares nos que l´alma esnala pente les fueyes.


Uno de esos días plomizos. 
De los que no sabes si te va a llover.
De los que el bosque huele a húmedo. 
De los que los animales parecen más confiados.
De los que no vas a encontrarte con nadie en el camino.
De los que se disfrutan.

D´aquel molín ya nun queden ni les piedres.
Les piedres de moler.
Que les piedres del arcu l´agua, inda aguanten per él.

Yera nel mes de xunu.
Rezumaba agua por tolos llaos
y el verde yera llétricu.
La meyor época para dir al Puertu Pinos.

Dalgo de vieya´l visillu debo tener. 
Torno a les ventanes, a les puertes,
a fisgar que hay de l´otru llau,
que se escuende tres lo pesllao.


Ya hacía tiempo que me había llamado la atención aquel cartel: "Puentes romanos de Bueñu".
No sé que es lo que espraba encontrarme,
pero desde luego no un par puentes tan mínimos como guapos, 
tan próximos que tal parecen ser los estribos de uno mayor.

Luarca. La Villa Blanca.
Aunque hay días en que más parece la Villa Azul.

Recuerdos de las vacaciones. 
Las puestas de sol desde la terraza de nuestro apartamento en El Puerto de Mazarón.

Lugares donde siempre vuelvo.
Pequeños paseos que guardan grandes rincones.
Redes. Casu. Bezanes.

 El viento es caprichoso. Y las formas que esculpe aún más.
Así aparecen formaciones como las Gredas de Bolnuevo, en Mazarrón.


A veces aterrizas en sitios, casi, casi, de rebote.
Lugares con los que no contabas y que de repente de dejan con la boca abierta. 
Como la Ermita de San Frutos en las Hoces del Duratón.

Siempre digo lo mismo. 
Hay días en los que tenía que pagar por ir a trabajar.
espectacular día por Puerto Pinos (Casa Mieres)


Somiedo inmenso. Somiedo infinito. Somiedo que no se acaba.
Porque cuanto más conocemos, más nos queda por conocer.
Como el escondido paso de "Fincalculu".

Son les xanes ninfes de ablucante belleza y llarga melena del color de l´oru.
Vivien xunto a l´agua, nes fontes y rios. 
Delles vegaes tan encantaes pero ¡ay! del probe home que quiera desencatales.

Dicen que los sabores que apreciamos de pequeños son sabores adquiridos.
Yo creo que también hay sitios adquiridos.
Aquellos que aprendimos a amar de pequeños.
Aquellos que hicieron de nosotors lo que somos.
Como en mi caso puede ser el desfiladero de Les Xanes.

Visitar los manantiales de Los Garrafes es una experiencia única.
Pero son caprichosos, pues nunca sabes cuando van a brotar.
Si vas pronto aún estarán secos. Si vas tarde, secos estarán ya.

Y volvimos a Guanga, otra vez.
A disfrutar de sus cascadas otra vez.
A sumergirnos en el bosque otra vez.
Tan cerca y tan lejos a la vez.

Nubes de tormenta sobre la Mostayal.
Y la primavera, que no acaba de llegar.

No es la Sierra de Pigüeña un lugar muy visitado por los montañeros.
Si a eso le unes la posibilidad de recorrer sus hayedos entre las nieblas de una fría mañana de invierno, la sensación es de las dejan un precioso y duradero recuerdo.


Pocas cosas impresionan tanto como el rugido del agua en el interior de una cueva.
Brotando del interior de la tierra.
Pugnando por ver la luz.

Demasiados años sin visitar los Albos.
De este no pasa. 
"Tojuroporsnoopytía"

Discordante. Ni verde, ni roja. Amarilla.
Ni en el árbol, ni en el suelo. Flotando.
Así me siento yo a veces. Discordante.

Multitud. De las que invitan al sosiego y la contemplación. 
Ojalá las de los centros comerciales fueran así.

Caminos que se dibujan en el cielo.
Y otros caminos, no menos vertiginosos, los que descubrimos en la peña.

 
Un nuevo año que empieza. 365 impolutos días llenos de posibilidades.
No todos cumplirán las expectativas, pero habrá que intentar que sean el máximo posible.
¡Feliz año nuevo!.

3 comentarios:

  1. Hola me parece sencillamente encantador...servidor, humilde montañero que ha visitado los picos de europa y culminado el naranjo de Bulnes -Urrellu- Gracias y hasta que visite esa tierra ...os invito a visitar mi pobre espacio luchadormanco . Thank you!

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    1. Pues ya conoces un sitio que yo todavía no, la cumbre del Urriellu. Si de aqui sacas alguna idea para futuras visitas, encantado quedo.
      Un saludo

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  2. No había visto esta preciosidad de entrada que tantos recuerdos me trajo... ¡qué mejor manera de vivir la vida!, comparto contigo eso de que "a veces teníamos que pagar por ir a trabajar", no hay mejor fortuna que nos guste lo que hacemos. Otro fuerte abrazo, ser privilegiado, y mil gracias por compartir.

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